Nos han pedido que hagamos un escrito a modo de despedida ahora que finaliza nuestra residencia.
En breve nos tocará levantar vuelo y abandonar el nido, coger las riendas de nuestro propio buque aún sin rumbo y actuar como únicos capitanes del mismo. Se retirará la red de seguridad que hasta ahora teníamos en los malabarismos de la consulta, ahora toca el más difícil todavía.
Nos vamos contentos por haber adquirido las bases para desarrollar los cimientos de nuestra carrera profesional, contentos por las personas con las que nos hemos cruzado durante este camino y de haber aprendido de ellos de una forma u otra.
El viaje ha estado lleno de vicisitudes, hemos reído y hemos llorado, hemos disfrutado y hemos sufrido.
El tiempo transcurrido nos ha permitido adquirir conocimientos y habilidades, tal vez no completos, pero que sin duda servirán de guía para construir y afianzar aquellos que vayan viniendo.
Entre otras cosas hemos aprendido que existen varias formas de trabajar y relacionarse con los pacientes, tal vez ninguna mejor, tal vez ninguna peor, pero el haber visto la variedad en el ámbito laboral nos ayudará sin duda a crear nuestra propia forma personal de trabajo.
Han sido cuatro años de la vida en los que no sólo hemos aprendido medicina, durante estos hemos aprendido un poquito más de la vida: nos hemos hipotecado, casado, tenido hijos o casi, creado o afianzado nuestra familia. Se podría decir que tal vez hemos crecido un poquito no sol
o como médicos, sino también como personas. Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que nos han enseñado algo, por pequeño que sea, a lo largo de este periplo, y especialmente a todos aquellos que están o han estado en algún momento de nuestra residencia en el CS de Calviá (no daremos nombres para evitar exclusiones accidentales), incluidos residentes de otras promociones.
Gracias por mostrarnos que la medicina de familia no es sólo recetas y bajas, que se extiende más allá de la consulta circunscrita a cuatro paredes, por enseñarnos a trabajar de manera integrada e integradora, por mostrarnos “otras” formas de pasar la consulta, por hacernos ver que “no todo está en los libros”.
El 23 de Mayo hemos dicho, con ojos vidriosos, voz de chico adolescente y la esperanza de compartir momentos en breve, no adios, sino HASTA PRONTO!!!.
Rosmary y Carlos.
(más fotos en nuestra página de Facebook http://is.gd/VwLLWC)