Adiós!!! No, mejor un hasta luego.

Nos han pedido que hagamos un escrito a modo de despedida ahora que finaliza nuestra residencia.
En breve nos tocará levantar vuelo y abandonar el nido, coger las riendas de nuestro propio buque aún sin rumbo y actuar como únicos capitanes del mismo. Se retirará la red de seguridad que hasta ahora teníamos en los malabarismos de la consulta, ahora toca el más difícil todavía.
Nos vamos contentos por haber adquirido las bases para desarrollar los cimientos de nuestra carrera profesional, contentos por las personas con las que nos hemos cruzado durante este camino y de haber aprendido de ellos de una forma u otra.
El viaje ha estado lleno de vicisitudes, hemos reído y hemos llorado, hemos disfrutado y hemos sufrido.
El tiempo transcurrido nos ha permitido adquirir conocimientos y habilidades, tal vez no completos, pero que sin duda servirán de guía para construir y afianzar aquellos que vayan viniendo.
Entre otras cosas hemos aprendido que existen varias formas de trabajar y relacionarse con los pacientes, tal vez ninguna mejor, tal vez ninguna peor, pero el haber visto la variedad en el ámbito laboral nos ayudará sin duda a crear nuestra propia forma personal de trabajo.

Han sido cuatro años de la vida en los que no sólo hemos aprendido medicina, durante estos hemos aprendido un poquito más de la vida: nos hemos hipotecado, casado, tenido hijos o casi, creado o afianzado nuestra familia. Se podría decir que tal vez hemos crecido un poquito no sol

o como médicos, sino también como personas. Desde aquí queremos dar las gracias a todos los que nos han enseñado algo, por pequeño que sea, a lo largo de este periplo, y especialmente a todos aquellos que están o han estado en algún momento de nuestra residencia en el CS de Calviá (no daremos nombres para evitar exclusiones accidentales), incluidos residentes de otras promociones.

Gracias por mostrarnos que la medicina de familia no es sólo recetas y bajas, que se extiende más allá de la consulta circunscrita a cuatro paredes, por enseñarnos a trabajar de manera integrada e integradora, por mostrarnos “otras” formas de pasar la consulta, por hacernos ver que “no todo está en los libros”.
El 23 de Mayo hemos dicho, con ojos vidriosos, voz de chico adolescente y la esperanza de compartir momentos en breve, no adios, sino HASTA PRONTO!!!.

Rosmary y Carlos.

Resis y tutores

Miquel, Rosmary, Patricia, Carlos y Bernardino

(más fotos en nuestra página de Facebook http://is.gd/VwLLWC)

Lenguaje Médico II

Continuando con la valoración de nuestro uso del lenguaje hoy comentaré algo sobre los acrónimos y abreviaturas. Existen una serie de ellos que de forma universal son aceptados en cualquier lugar del ámbito sanitario: DM, HTA, TAC, DLP, RX… Pero desgaciadamente hay otros que no lo son tanto, en algunas ocasiones son remanentes que han quedado tras finalizar la carrera, adoptados durante nuestra época de coger apuntes. Han ido haciéndose hueco en nuestro uso habitual hasta hacernos creer que son de aplicación universal (sin ser nada de eso) Pongo aquí algunos ejemplos personales, y como cada uno tendrá los suyos, habrá pues, tantas variedades como sujetos:

– Tratamiento: TTO.

– Diagnóstico: DCO.

– Paciente : PTE (peligroso pues también es util para pendiente).

– Traumatismo: Ttismo.

La escasa universalidad de la mayoría de estas abreviaturas hace que debamos hacer un esfuerzo para comprenderlas, según el contexto en el que se use, pero si además donde hemos de leer es una nota manuscrita (y ya sabemos todos, como tópico, que los médicos tenemos mala letra) y no en un texto mecanografiado, este esfuerzo se hace casi titánico.

Es decir si en un texto encontramos:

– CCEE: ¿consultas externas vs cuerpos extraños?.

-AP: ¿anteroposterior, antecedentes personales, auscultación pulmonar, anatomía patológica?

-ACO: ¿anticonceptivo oral vs anticoagulante?

La lista puede ser interminable.

Otros por contra parecen responder a modas y cambiar a antojo del uso o definición más aceptado de forma general en ese momento.

– El actual Síndrome de Apnea/Hipopnea Obstructiva del Sueño ha pasado por y según quien lo use: SAOS, SAHOS, SAHS

– La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) puede se también una BroncoNeumopatía Crónica Obstructiva (BCNO) o una Obstrucción Crónica al Flujo Aereo (OCFA).

– Síndrome del Ovario Poliquístico: SOP vs SOPQ.

Para más ejemplos está el diccionario de siglas médicas de Yetano y Alberola.

Con todo esto no quiero decir que no se deban usar abreviaturas y siglas, pero dejo una pregunta ¿somos conscientes, cuando escribimos, si lo que estamos escribiendo es para nosotros mismos o por el contrario es también para que lo lean otros? y de ser el segundo caso, ¿queremos que esos otros nos entiendan?.


Lenguaje médico

Comienza hoy su colaboración como editor asociado del blog nuestro R4 de MFyC Carlos Molero. Le queda poco en el convento pero promete seguir con nosotros. Os dejo con él.

No dejan de sorprendernos los pacientes que de vez en cuando llegan a la consulta con expresiones chocantes: «me duele el tubillo…», «yo ya he tenido cólicos frenéticos antes…», «mi padre murió de diabetis…», «soy alérgico al esparatrapo…».

Pero el mal uso del lenguaje no es exclusivo de los pacientes, con el paso del tiempo, desde que iniciamos nuestra carrera los sanitarios tendemos a adoptar malas costumbres , modificando y en ocasiones dando nuevos sentidos a algunas palabras. Este hecho se afianza con el paso de los años, lo hacen nuestros maestros,  los catedráticos, los adjuntos, nuestros tutores… y con la inercia terminamos haciéndolo nosotros hasta integrar las palabras en nuestro vocabulario habitual.

Tal es el caso de las siguientes «adopciones»:

Estadío, donde debemos decir estadio. Es errónea la acentuación estadío, a pesar de ser frecuente en textos médicos.

Perifería, donde debemos decir periferia. periferia. ‘Contorno o alrededores’. Es voz llana: [periféria]. Es incorrecta la forma con hiato perifería.

-Mención especial merece la palabra disnea: Hiato de pronunciación similar a las palabras tarea, guinea o marea. En Mallorca tiende a pronunciarse acentuando la i, cuando lo correcto sería remarcar la acentuación en la e. Sin embargo sus variantes tienden a ser bien pronunciadas (no he visto a nadie que pronuncie or-tóp-ne-a, po-líp-ne-a, ta-quíp-ne-a o similares). Hay que explicar que disnea en catalán (o mallorquín) tiene la misma pronunciación que en castellano, con acento en la e.

-Como mala traducción del inglés y tremendamente extendida y aceptada por nuestra comunidad tenemos la palabra severo/a para marcar la intensidad de una enfermedad. Me permito aqui copiar textualmente la explicación completa que el diccionario panhispánico de dudas da al respecto:

severo -ra

1. En español significa ‘duro en el trato o castigo, o rígido en la observancia de una norma’ y ‘que denota severidad’: «Era mucho atreverse ante aquel hombre severo al que veía como padre y como esposo» (UPietri Visita [Ven. 1990]); «Era un hombre maduro y con aspecto severo» (Cebrián Rusa [Esp. 1986]). Puede aplicarse también a las estaciones del año que tienen temperaturas extremas —un invierno severo—. Debe evitarse su uso como sinónimo de grave, importante o serio, calcos rechazables del inglés severe: «En los asmáticos con un cuadro severo es esencial inhalar la medicación […] en la media hora previa al ejercicio» (Mundo [Esp.] 20.2.97); «El PRI sufrió un severo debilitamiento electoral» (País [Esp.] 17.7.97); en el primer caso debió decirse grave y, en el segundo, importante o serio.

2. De igual modo, el sustantivo abstracto severidad (‘cualidad de severo’) no debe usarse como sinónimo de gravedad, magnitud o importancia: «El tamaño de la glándula no determina la severidad de los síntomas» (Mundo [Esp.] 13.2.97); «La severidad de la derrota sufrida […] silenció ayer a los rebeldes tories» (País [Esp.] 3.5.97)

«El médico que sólo sabe de medicina, ni de medicina sabe» Letamendi.